El pasado 8 de marzo de 2015, entró en vigor la nueva ley francesa de detección de incendios en los hogares, que obliga a la instalación de detectores de humo en todas las residencias francesas, la normativa establece que debe haber al menos un detector en cada vivienda.
Si consultamos la ley, podemos encontrar que el principal objetivo de los detectores de humo es permitir a los usuarios ser alertados a tiempo, y poder escapar de una intoxicación de humo, lo que en definitiva, es muy eficaz para reducir el número de víctimas por incendios. El fuego, es la segunda causa de accidente doméstico en los hogares franceses, donde se produce un incendio cada dos minutos.
Estos dispositivos deben ser capaces de detectar los humos desde el inicio del fuego, así como ser lo suficientemente potentes como para emitir un pitido, que despierte a una persona que esté durmiendo en el hogar. En el caso de personas con dificultades auditivas, existen detectores que avisan mediante flash luminoso o vibración.
Los detectores han de estar instalados preferiblemente en el pasillo que conduce a las habitaciones, y alejado de fuentes de vapor (cocina, cuarto de baño,…).
El detector de humo, funciona con una batería o por medio de la corriente eléctrica, en este segundo caso, el dispositivo debe estar equipado con un sistema de alimentación de emergencia, ya que en caso de incendio, los fusibles pueden saltar.
Por qué deberíamos tener un sistema de detección de incendios
En Francia, sólo el 20% de los hogares estaban equipados con sensores antes de la nueva normativa francesa. Mientras que en España no llegamos ni al 2% el número de viviendas que cuentan con algún dispositivo de detección de incendios, parece que no seamos lo suficientemente conscientes de las catastróficas consecuencias que suponen los incendios domésticos, especialmente en la población más vulnerable como son los mayores de 65 años. En el año 2014, las estadísticas informan que el número de personas fallecidas por incendios en viviendas fue de 116, un 11,5% más que en el año 2013, que la mayoría de los fallecidos son personas mayores de 65 años, el mayor número de muertes se produce de noche y el mayor número de incendios se registran en invierno debido al uso de aparatos de equipos de calor.
Desde las diferentes asociaciones y empresas del sector de la protección contra incendios, trabajamos en esta labor concienciación, pero no es suficiente, por lo que también sería necesaria la aprobación de una ley estatal que exija su instalación.
No obstante, desde Soler Prevención, seguiremos proclamando que la instalación y el buen mantenimiento de detectores de incendio en el hogar, es una necesidad de seguridad que puede salvar vidas.